Pobreza y comunicación, por Tatiana Merlo Flores
Actualizado: 29 nov 2022
POBREZA Y COMUNICACIÓN
CONGRESO de COMUNICADORES CATÓLICOS
Mar del Plata
Por Tatiana Merlo Flores
(Reflexiones a las luz de la sabiduría)
Los medios de comunicación en este momento son sembradores de ideas, de explicaciones de la vida, de las formas en que tenemos que comunicarnos…
Son los nuevos narradores. Han reemplazado a los abuelos, al aula, al púlpito; ya no son ellos los que nos cuentan las historias de la vida.
El derecho a ser, a ser simplemente humano, ese ser que sólo se puede hacer en la comunicación interpersonal, que se gesta y tiene espacio en mi debilidad. Sólo puedo lograr la intimidad con el otro cuando compartimos esa parte oscura que tenemos todos por nuestra condición humana y en esa debilidad, en nuestra miseria, sentimos la mirada de amor del otro y eso nos da unidad y libertad: es el amor de fidelidad.
Dice el concilio Vaticano II que se deben suprimir, por razones de justicia, las causas de la pobreza y no sólo los efectos y organizar los auxilios de tal forma que quienes lo reciban se vayan liberando poco a poco de la dependencia extrema y se vayan bastando a sí mismos. Apostolicam Actuosita… Nro 8 Se ven obligados a vivir en una sociedad donde el valor supremo es el consumo y el poder.
“El cuarto mundo y la pobreza más terrible: la pobreza de los ricos que tiene que ver con su des-humanización y con su incapacidad de crecer en la esencia”.
Revalorización de la pobreza como el lugar del encuentro, donde se produce el amor que permanece, que es fiel, el amor que hace libre a los hombres.
En una época donde lo que somos es lo que aparentamos, la imagen que damos, signada por la no aceptación sistemática de nuestro cuerpo, plenitud es sinónimo de belleza física, de buen cuerpo, de posibilidades de competencia, de éxito, de brillo, de poder.
“Sociedad endurecida por la competencia y el atractivo del éxito! Octogessima Adveniens nro 14 Juan Pablo II “El fin principal del compromiso con los pobres es capacitarlos para que participen activamente en la vida de la sociedad…”
El dato estadístico es simplemente una tendencia que se observa, un síntoma, un signo, lo importante es estar alertas para …
“La crónica y generalizada situación de desempleo afecta la estabilidad familiar ya que la necesidad de trabajo obliga a la necesidad de emigrar, al ausentismo de los padres, a la dispersión de los hijos” Documento de Puebla Nro 576
La necesidad más básica: amar y ser amado, si se corta la comunicación interpersonal, se corta el derecho más elemental, el derecho a ser uno, a ser desde la unidad, a incorporar mi debilidad, debilidad que necesito, que es el espacio, el lugar, la condición, desde donde se cultiva el amor que permanece y, sólo en ese clima, el hombre tiene seguridad, libertad y puede hacer comunidad´.
Conocer
Aceptar debilidad
Amar
Comunicación de intimidad
Amor de fidelidad
Crecimiento en libertad
La verdad de lo que somos nos hará libres, porque dejará espacio para que el amor del otro pueda manifestarse en mi miseria.
¿Qué nos hace amigos?
La debilidad compartida, aceptada, amada.
(La) identidad crece en los límites, propios límites, huellas de la vida son la construcción real.
(La) imagen de perfección, éxito, reemplaza a la felicidad.
Acompañar y comprender, ponerse al lado.
Ventajas del subdesarrollo:
(La) Maternidad y paternidad ensambladas crea comunidad de salvación.
Veinte años de investigación tuvieron sentido porque se sustentaron en el principio de consistencia por el cual se cree que hay una unidad en todo lo que existe y se busca insistente y permanentemente el orden.
Si no aceptamos, reconocemos nuestra pobreza, nuestra extrema necesidad, no le dejamos espacio a Dios en nosotros, porque El sólo puede actuar allí donde no podemos, y matamos a Dios para el mundo, porque El se manifiesta en nuestra pobreza.
La televisión actúa como niveladora social, en una cultura de la imagen la felicidad se ve reemplazada por el éxito económico, la fama, el poder y nosotros, nuestros hijos y nietos hemos recibido el mandato de ser quasi perfectos, altos, flacos, rubios…
El individualismo parte de nuestro corazón. (Y) De allí la esperanza.
Hablar de corazón a corazón.
Las supermujeres, los “Rambos”.
(Las) Familias islas.
Cómo hablar con Dios si no le dedicamos tiempo a la comunicación con el que tengo al lado.
Nadie puede decir que ama a Dios si no ama a su hermano.
Signo de espiritualidad es cuando, producto de la oración, me humanizo, busco el encuentro.
Padre…, Evangelio: Padre
Puedo decir no quiero, no tengo ganas, lo que siento: siento bronca, no puedo. Deje de lado sus criterios, sus ideas, sus sentimientos.
Después está cuando hablamos, escribimos ensayos, decimos sí Padre, me lleno la boca pero después no voy, soy incoherente, divido mi vida, mi interior, dejo de ser unidad.
No me gusta mostrarme débil en una época de “Rambos”. Por más que yo luche no va a pasar nada.
Todos: Yo no necesito confesarme
Cada vez menos confesiones ¿porqué?
No necesito más.
Convertirse es necesitar la misericordia de Dios.
El pecado más grande es no creer en la misericordia de Dios.
Yo ya lo sé, con la predicación yo estaba impidiendo al Señor que me hablara, yo sé las frases, pero la Palabra es vida….
Le falta experiencia, no sabe, es joven, no sabe. Jesús murió a los 33 años si hoy viviera a lo mejor no lo escucharíamos, habló en el templo a los 12 años ¿lo escucharíamos?
La opción por los pobres tiene que empezar por la opción por mi propia pobreza, si no la puedo ver no voy a poder ver con el corazón al otro, sólo lo veré desde la frialdad de las cifras, de la visita de espectador.
Soy espectador de la pobreza, aunque la proclame, escriba sobre ella e incluso trabaje para erradicarla.
La única manera de dejar de ser espectador de la vida y de la pobreza que en ella hay, es reconocer, aceptar y alegrarme en mi propia pobreza, en mi debilidad, porque es el lugar del encuentro, del amor, de la fidelidad y de la misericordia, el lugar donde puedo no sólo entender y ayudar al otro sino ser como él, y desde allí, acogerlo, saberlo hermano desde el corazón.
El milagro sólo se puede realizar desde mi propia pobreza.
En una época donde el mandato es ser fuertes, rambos de la vida, invencibles, exitosos, competitivos, famosos…, el desafío es muy grande, pero absolutamente posible, es dejar la imagen y el espectáculo como contenido y forma de la comunicación, para dejar lugar a mi propia pobreza que me permitirá hacer protagonista al otro desde la escucha.
Dejar de hablar yo sobre lo que los demás hacen o deberían hacer. Que mi comunicación, tanto personal como desde los medios, parta desde la escucha del otro no ya como espectáculo sino como igual, con quien comparto los mismos miedos, la misma necesidad de amar y ser amado, las mismas mezquindades, envidias y resentimientos, con los matices, obviamente, que marca la experiencia única de vida.
El acento puesto en la escucha para encontrar ese punto de coincidencia del corazón desde la pobreza donde puedo decir, yo también, a mí también me pasa y desde ahí iniciar juntos el camino de la reflexión.
Si creo en el principio de consistencia debo creer que en cada uno está esa verdad que ordena, sólo tengo que acompañar para que el otro descubra, se asombre, encuentre, en su tiempo, no en el mío, no imponiendo sino acompañando, no dogmatizando sino amando. Desde la pobreza, bendita pobreza, que me iguala, me hermana, me da el espacio para el amor de misericordia.
Los Simpson, Mafalda, telenovelas, el Chavo… ¿Qué plantean?, la intimidad parodiada, el lado oscuro que nosotros empecinadamente evitamos nombrar, no desde la teoría, desde el deber ser, sino de lo que es en mí, de la forma en que se expresa en mi vida cotidiana, en la lucha que supone, en la división que tantas veces me plantea. Dejar la imagen que edifico con gran esfuerzo, pero sobre arena, y saber que lo único que puedo edificar para que perdure es sobre la piedra que es mi pobreza.
¿Qué pasa atrás de esta máscara de super que intento persistente y frustradamente ponerme para que los demás crean que esta imagen que presento soy yo y ¿si llegan a descubrir que también soy la otra? Es tan pobre y es lo único que tengo, si no la aceptan no tendré posibilidad que me amen.
Y no sabemos enseñar la gran lección de la vida: que el verdadero amor se da solamente en esta región de la pobreza y que, a través del amor en la pobreza se logra la identidad, la unidad y se inicia el camino hacia la búsqueda de la felicidad.
La verdad os hará libres ¿qué verdad? La verdad de mi necesidad, de mi pobreza, que me hace decir no puedo, no sé y deja espacio al Amor para que El pueda en mí, para que todos seamos uno. Y estas no son palabras, es realidad, pura realidad.
Y los jóvenes nos están pidiendo que los ayudamos a revalorizar la maravilla de su pobreza como lugar de encuentro, como gestadora de amor, de identidad, que permite la fidelidad, sentirse, saberse uno con el otro porque también es pobre como yo.
Si me comunico a través de las cosas, de lo que tengo o no, de la imagen que represento, la vida pasa y me he limitado a ser un espejo, un buen actor, que trata de representar lo que cree que los demás quieren ver, soy un espectador de mi propia vida, corriendo atrás del zapping, del sexo, del exitismo, de las sensaciones, buscando compartir algo, lo que sea, que el otro también acepte compartir conmigo.
Por el otro lado puedo convertirme en un ejemplo de perfeccionismo, me muestro como modelo, mecanismo que apenas se permite fallar, digo exactamente lo que los demás, incluido yo mismo, debemos hacer, estoy distraído de mí mismo, mi parte oscura está, lo sé desde la teoría, “obviamente” soy de naturaleza humana, parece un chiste, pero quiero aparecer casi como divino y entonces me alejo de nuevo del otro, del que tengo al lado.
Hago una acción preferencial por los pobres, pero yo no soy uno de ellos y eso se siente, se sabe y se abre un abismo, entonces hago caridad, les doy para que su pobreza material no sea tan manifiesta, tranquilizo mi conciencia, hago lo que puedo desde esa imagen de diferente que, hasta yo mismo me la creo. Y, ¿dónde están mis envidias, mis propias luchas por el poder, mis necesidades de ser aceptado y querido?
Una pastoral de la comunicación desde la pobreza y desde la escucha del otro, acompañándolo desde mi propia pobreza, respetando sus tiempos y sus formas en el convencimiento que, ese principio de consistencia que da unidad, que ordena todo lo que existe, es también igual para todos, está en todos y nos mueve a todos.
Argentina tercer país en el mundo en el uso del cable, el 60% de su población lo tiene, la pregunta sería ¿porque Argentina justo en un momento de recesión?, parece un contrasentido y, sin embargo, quizá no lo sea. Lo que está en recesión es también nuestra clase media, con un sistema educativo vacío de sus contenidos, donde el acento está puesto en la incorporación de la tecnología de la información, ahora que tenemos internet, se abre el mundo, la gran aldea, la cultura global, y allí hay que introducir a nuestros niños y jóvenes para que puedan sobrevivir en esta sociedad informatizada, donde si no sabes quedas afuera.
La juventud como valor supremo donde si no sos joven y lindo no existís, donde la experiencia y los años, no son sinónimo de sabiduría sino de pasado de moda ¡ya fue! diría un joven, sin embargo, es quizá la única época de la vida donde la pobreza se nos impone, a pesar de todas las cirugías estéticas, dónde la probabilidad de que una toma de conciencia de la misma aumente y se enriquezca en las experiencias, que, a fuerza de cansancio, hacen manifiesta la debilidad.
Los hombres y mujeres de nuestra clase media están viviendo la incertidumbre del desempleo o subempleo. El temor, la gran inseguridad de poder mantener a sus familias y darles una educación, una posibilidad…
Proliferan como nunca antes los cursos de capacitación de todo índole y valor, postgrados y maestrías son la última moda, las universidades se desesperan por ponerlas en marcha sin saber muy bien si realmente responden a las necesidades y cuáles van a ser los objetivos, los contenidos son lo de menos.
El escándalo de una comunicación de la pobreza dirigida a la pobreza del otro, en una actitud de acogida y de escucha.
Sin más declamaciones, ni palabras, animarme a mostrar mis llagas, aquello de lo que me avergüenzo.
Es la sabiduría de la aceptación de la pobreza.
Cuántas veces hacemos esfuerzos denodados y ridículos por retrasar la etapa de la vejez, por querer parecer jóvenes, corriendo, operándose, haciendo gimnasia y dietas que ocupan la mayor parte de nuestro tiempo libre, esto no significa no cuidar el cuerpo, sino que simplemente apunta a dignificar una etapa donde se nos da con más plenitud la pobreza y, por lo tanto, la posibilidad de unidad y de amor (hay más espacio para el amor).
Cuando vemos que un hombre ama a una mujer, que es particularmente fea, la miramos con envidia porque ese hombre ha llegado a las zonas recónditas, a las zonas más profundas, se ha adentrado en la profundidad oscura del mar del alma y ama desde allí, con un amor con raíces.
Amor y vida se conjugan juntos. A la tercera edad ven Yo me quiero casar y usted?.
Contradicción de la perfección de la pobreza, si uno quiere amar en serio y ser amado tiene que….
Cultivar una actitud de vida que. La tentación nos va a llevar a tratar de cosechar imagen.
Sembrar pobreza para cosechar. Confiar en la consistencia, unidad del otro.
Los medios dan un espectáculo de la intimidad de los otros, las revistas que más se venden sólo nos cuentan los chismes, se hacen telenovelas de dramas, de la miseria humana, y eso es lo que se consume, lo que la gente necesita, porque en esta sociedad de la imagen estamos disociados, divididos, no hay lugar para la pobreza que somos y tratamos por todos los medios de …..
Los ricos y famosos (super valor).
Los problemas que hay que arreglar: funcionarios
¿Qué buscamos en la TV? El sentido de la pobreza, de lo que soy.
Revistas…
En la pobreza se revela la naturaleza del amor verdadero, la persona se identifica y se define.
Hay que creer en el otro, aunque sea pequeño como signo de unidad de esa consistencia que ordena: confiar, escuchar, esperar.
El pobre y el niño
Sólo nos podemos hacer como niños desde nuestra pobreza, percibir la debilidad.
Hay una necesidad que nos nivela a todos, la de la comunicación. Todos usamos los medios para comunicarnos.
La TV es niveladora social, nos hace homogéneos, hablamos de las mismas cosas…Globalización vs comunicación participativa, local.
No importa el medio.
No tratar de explicar la pobreza sino vivirla.
Escuchar para acoger, dar clima de amor para que el otro se encuentre y pueda ser libre, dejar al otro la libertad de decidir, de elegir, confiando en que en el otro está Dios, principio de unidad.
Lo más fuerte que la naturaleza tiene es esa tendencia a amar y ser amado por eso la pobreza es lo más valioso que tenemos porque es el único lugar donde se puede gestar.
Aquello que quisiera ser, mi anhelo de perfección, plasmado en una imagen falsa que me desgasta, me angustia, me deprime. Corriendo atrás de ella se me va la vida, sin nunca alcanzarla. Cuando lo único que tenía que hacer era parar y esperar. Cuánta angustia, cuánto desazón, cuánto esfuerzo puesto en mostrar siempre una imagen aceptable, ni siquiera saber si aceptada, recorriendo la vida hacia afuera, agregándole manos de cal a una pared vieja y sin limpiar, siempre con el temor de que con una mano más se caiga el revoque y que se vea la realidad que, a duras penas, se esconde detrás y que yo mismo termino por olvidar.
Es probable que muchos se alejen cuando escuchen este mensaje de comunicación centrado en la pobreza y en la escucha. Es una camino estrecho y angosto, por oscuras quebradas. Pero posible, tan simple que parece absurdo como planteo de comunicación en la era de la informática plantear una navegación por las oscuras quebradas de la propia pobreza.
No necesitamos tecnología, éste es sólo el medio y el secreto está en el lugar desde dónde se comunica, la pobreza y el corazón atento a la escucha.
Los hombres no necesitan una imagen de Dios, necesitan experimentarlo, vivirlo, necesitan un Dios vivo, la necesidad más urgente de los hombres hoy es encontrarse con Dios, no con un invento, una historia de Dios.
Tatian Merlo Flores
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