Unión de lo divino y lo humano, recibido por Sebastián Blaksley
Amado del cielo. Un Ángel ha venido a tu vida. Regocíjate. Él camina a tu lado, tal como lo hacen tus amadísimos Jesús y María. Me honra que sus corazones, siempre sagrados e inmaculados, me permitan morar en tu presencia. Tu vida es valiosa para mí, tal como lo es para Dios. Mis ojos miran a través de los suyos. Mis oídos escuchan solo su divina Voz, llamando a la vida. Te conozco tal como Él te conoce. Esta es la razón por la que puedo ver todas las cosas como Él las ve: mi mente es una en Dios. Mi corazón y mi ser también. Todo lo que soy es extensión perfecta de su divina voluntad. Al igual que tú, que has elegido solo el amor como tu única realidad.
¿Deseas ampliar la información?
Suscríbete a www.fundacionamorvivo.org para seguir leyendo esta entrada exclusiva.